viernes, 4 de julio de 2008

Ajedrez Aleatorio de Fischer.

El ajedrez aleatorio (también llamado loco, 960, Fischer o random) es una modalidad de ajedrez cuya fama se debe a Bobby Fischer. No obstante hay que aclarar que realmente no es una invención de Fischer ya que esta variante del ajedrez ya existía y se conocía como Shuffle Chess (ajedrez barajado), en la que no estaban permitidos los enroques. La aportación de Fischer consistió en imponer ciertas restricciones a la idea general de este tipo de ajedrez que después comentaremos.

El motivo de la invención de esta modalidad del ajedrez fue la de revindicar el ajedrez creativo frente al ajedrez rutinario al que se llega en determinadas situaciones dónde ambos jugadores tienen perfectamente estudiados los primeros movimientos de una partida de ajedrez.
Esta situación llevó al mítico campeón del mundo Bobby Fischer a proponer en el año 1996 una variante, que conservando todas las reglas del juego, se diferencia del ajedrez clásico en la colocación de las piezas en la posición inicial. Los peones ocupan la posición habitual, pero las piezas se ubican mediante sorteo con algunas restricciones, en concreto se exige que los dos alfiles ocupen casillas de distinto color y que el rey quede entre las dos torres, en el sentido de que una torre este en cualquier casilla a su izquierda y la otra en cualquiera de las casillas a su derecha.
La posición de las piezas de ambos bandos han de ser simétricas, es decir, una vez colocadas las piezas blancas en la primera fila, las negras se disponen de la misma forma en la fila octava. Hay 960 posibles posiciones iniciales: la posición inicial del ajedrez clásico y otras 959 posiciones iniciales. Este elevado número de posibilidades impide que se desarrolle la teoría de las aperturas en un grado similar, ni mucho menos, al del juego clásico y en todo caso quedaría fuera del alcance de la memoria humana. La aportación de Fischer atendió realmente a las restricciones del sorteo antes mencionadas y a la disposición de rey y torres con la intención de permitir los enroques.

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